la educación es diálogo

Paulo Freire dijo:
La verdadera educación es diálogo,
diálogo que no se da en el vacío sino en situaciones concretas de orden social, económico, político.

8.8.09

Dialogar con el error


Decía Gabriel Báñez, en su novela La cisura de Rolando, que las palabras tienen cara y espalda, algo así como lo presentable y lo impresentable, como la norma y lo que la transgrede; claro que a veces lo que va en 2do. orden resulta más adecuado, pero hay quienes para algunas situaciones puntuales conocen solo la espalda del lenguaje, es decir, lo que está reñido con la norma, lo anómalo, lo incorrecto. Por eso muchas veces comunicarse obliga a 'dialogar con el error'. Por supuesto, también en el aula. (Cliquear título para artículo completo)

2 comentarios:

Mariano Galeano dijo...

La condena que muchas veces se establece entre lo que está o se pone por fuera de la “norma”, comúnmente, como lo hemos hablado en clase, tiene un rasgo de exclusión. Por otra parte, si, como dice el texto, el mal uso de la lengua pauperiza los sentimientos humanos, siguiendo la misma línea de análisis puede decirse que la extrema necesidad de enseñar lo correcto en la lengua trae aparejado una cabal ignorancia de la realidad social y lingüística actual.
Este texto permite pensar y a la vez confirma que la lengua y los hablantes están en constante movimiento y que, si bien las reglas permiten cierta “conservación”, no pueden ir contra el dinamismo de ella. Por otra parte permite ver que los docentes, muchas veces, estamos más atentos al error que a construir un conocimiento específico con los alumnos.

Julieta Falco dijo...

La frase "La educación es diálogo" de Paulo Freire es tan simple como precisa y nos inserta en la idea de una proceso fluido, de ida y vuelta. Esto desestructura la noción del lugar de aquel que sabe e imparte el saber y nos muestra que el camino no es la sustitución de un determinado conocimiento por otro, sino la convivencia de ambos generando una comunicación que incluya tanto al docente como al alumno en un proceso de aprendizaje.
Compartir estas experiencias, así como tambien "jugar" con las ideas previas que cada chico tiene sobre diferentes temas en el aula, es muy productivo, porque hace que la clase sea más divertida y que todos nos sintamos parte de lo que está ocurriendo, libres para expresarnos y más cómodos para acercarnos al conocimiento y así enriquecernos.