la educación es diálogo

Paulo Freire dijo:
La verdadera educación es diálogo,
diálogo que no se da en el vacío sino en situaciones concretas de orden social, económico, político.

23.3.09

hablantes de español como 2da. lengua


Ante los frecuentes planteos de los representantes de las instituciones académicas y educativas acerca del ‘empobrecimiento’ de las lenguas, Leonor Acuña se hace una pregunta de fondo: ¿Dónde están, qué necesitan los hablantes? Agrega que “solemos referirnos a las lenguas como si fueran independientes de los hablantes y como si las acciones que se ejercen sobre ellas no tuvieran consecuencia en la vida de las personas”. Se refiere especialmente a que los argentinos hablantes de lenguas originarias, que tienen el español como segunda lengua, suelen fracasar en situaciones comunicativas en las que deben emplearlo cuando salen de sus ámbitos más cercanos: de niños tienen dificultades escolares, de grandes no pueden hacer estudios superiores o elegir trabajo, pero quieren aprender español para obtener mejores resultados en sus estudios, para defender sus derechos de indígenas, para vender y comprar en los países vecinos, para leer bibliografía en español. De ahí concluye que resulta necesario mirar y escuchar a los hablantes, observar cómo se comunican sin establecer límites entre las lenguas como primeras o segundas. (Para texto completo cliquear sobre el título - Leonor Acuña).

1 comentario:

Unknown dijo...

Raquel Zalazar:

Considero que la docente tuvo una oportunidad importante para modificar y ampliar el lenguaje de ese niño a través de ejercitaciones orales y escritas.
Respecto a la oralidad y su relación con una lengua dominante Walter J . Ong nos dice que la tradición meramente oral, u oralidad primaria, no es fácil de concebir con precisión y sentido. La escritura hace que las “palabras” parezcan semejantes a las cosas porque concebimos las palabras como marcas visibles que señalan las palabras a los decodificadores, podemos ver y tocar tales “palabras” inscritas en textos y libros. Las palabras escritas constituyen remanentes. La tradición oral no posee este carácter de permanencia.
Aunque las palabras están fundadas en el habla oral, la escritura las encierra tiránicamente para siempre en un campo visual.

R. Williams considera que la descripción de lenguas indígenas favoreció el desarrollo de una mirada que veía la lengua como un “sistema extranjero”, lo que llevó a la tendencia a estudiarlo “en sus propios términos (intrínsecos y culturales)”. Reconoce que este enfoque resultó beneficioso y productivo para la descripción científica, pero al mismo tiempo sirvió para reforzar el concepto de lenguaje como “sistema objetivo (extranjero)” .Esta situación se vio reforzada por las relaciones políticas existentes entre el observador y lo observado, que favorecen la oposición entre el “modelo” del observador y los “hábitos” del lenguaje de los pueblos conquistados y los “dialectos” de grupos sociales alejados o inferiores.